Sabemos que es en la infancia donde empezamos a aprender a expresar nuestras emociones, a identificarlas y controlarlas. Expresar aquello que nos gusta, lo que nos da miedo, decir las cosas que nos generan alegría, las que percibimos con asco, expresar nuestro agradecimiento o mostrar nuestras disculpas es lo que nos ayuda a liberar y a compartir nuestros sentimientos, y es la mejor manera de sentirnos bien.
La educación es uno de los pilares básicos para ser transparente y no guardar dentro algo que nos pese en un futuro. Es un hábito que se aprende y lo mejor es que este aprendizaje se realice desde la más temprana edad para que se haga una costumbre.
La educación es uno de los pilares básicos para ser transparente y no guardar dentro algo que nos pese en un futuro. Es un hábito que se aprende y lo mejor es que este aprendizaje se realice desde la más temprana edad para que se haga una costumbre.
Expresar aquello que nos gusta, lo que nos da miedo, decir las cosas que nos generan alegría, las que percibimos con asco, expresar nuestro agradecimiento o mostrar muestras disculpas es lo que nos ayuda a liberar y a compartir nuestros sentimientos, y es la mejor manera de sentirnos bien.
Ayer despedimos a nuestra práctica Andrea, agradecemos que haya elegido nuestro cole para realizar sus prácticas, su esfuerzo y sus ganas de aprender y emprender un camino dedicado a la escuela.
Sus lágrimas nos hicieron llorar a maestras y sobre todo a los niños y niñas que expresaban su tristeza y quizás el miedo a no volverla a ver.
Estos momentos nos hacen crecer y ayudan a valorar a las personas, al trabajo que realizan y el afecto que nos dan.